
LOS REYES MAGOS
El Evangelio de San Mateo (Mt 2, 1-12) cuenta de Tres Magos que vinieron de oriente buscando al nuevo rey que habría de nacer. En las escrituras no se abunda mucho sobre su origen, su personalidad, sus rasgos, ni siquiera sus nombres… Se asume que eran «sabios» o astrónomos, llamados en aquella época como «magos», porque venían siguiendo una estrella que presagiaba la llegada del nuevo rey. Como venían con regalos para el rey que habría de nacer, la tradición los describe como reyes bondadosos con presentes para todos, asignándole un nombre y rasgos específicos a cada uno:
- Melchor: Un anciano blanco con barbas blancas. Su regalo para Jesús es oro, representando su naturaleza real.
- Gaspar: Joven moreno. Su regalo es el incienso, que representa la naturaleza divina de Jesús.
- Baltasar: De raza negra. Su regalo a Jesús es mirra, que representa su sufrimiento y muerte futura.
La Rosca de Reyes
El día 6 de enero en que se celebra la llegada de los Reyes Magos al establo donde nació Jesucristo, llevándole regalos, lo recuerdan los católicos haciendo también regalos a sus hijos. Desde la Edad Media, y principalmente en Francia, se empezó a conmemorar la adoración de los Magos, cristianizando la costumbre pagana de elegir un «rey de las fiestas» en estas fechas. Con un acto inspirado en el Eclesiastés, se reunían en la noche familiares y amigos alrededor de una rosca de pan dulce, en la que habían escondido una haba, como símbolo del cuerpo de Jesús que con sus padres fue a Egipto, huyendo de la persecución de Herodes. Es el actual Roscón de Reyes.
Ahora, en la pasta del Roscón se mete una figurita (o una sortija, alfiler o pequeño juguete) que es la sustitución del haba que se escondía en los primeros tiempos. La costumbre del pastel de Reyes se conoció en España a través de los soldados repatriados de Flandes y se hizo más popular con Felipe V. Se adorna por encima con azúcar y tiras de fruta en dulce, la fruta escarchada. Algunos roscones pueden ir rellenos de nata, chocolate o cabello de ángel. Se reparte el Roscón en partes iguales y a la persona (niño) favorecida con la figurita se le considera como el «rey de la fiesta».
Los Reyes Magos y los Juguetes
La tradición de regalar juguetes a los niños es de hace un siglo. Antes los regalos eran simbólicos y podían no existir en las clases humildes. Solían ser golosinas, adornos y prendas de vestir. Ahora los Reyes regalan libros, vestidos y sobretodo muchos juguetes. No podemos hablar de los juguetes sin referirnos al juego que les otorga su sentido y finalidad. Los niños de cualquier latitud juegan y le gusta jugar, ya que esto les brinda placer y alegría. Las consideraciones acerca del juego varían entre los especialistas en la materia. Sin embargo la mayoría coincide en que el juego sirve a propósitos educativos y tiene gran importancia en el desarrollo de las capacidades creadoras de los niños. Además lo consideran un medio eficaz para el conocimiento de la realidad.
En sus juegos, el niño refleja la vida que le rodea, adquiere y precisa conocimientos. A través del juego se «entrena» en el desarrollo de actividades futuras, «es el modo de aprender con que la naturaleza ha dotado en esta primera fase de la vida a todo ser que ha de crecer….» Tomando la clasificación que Lilian Scheffler hace de los juguetes, vemos que actualmente existen tres diferentes tipos:
- Los populares tradicionales elaborados por artesanos de diferentes regiones del país.
- Los educativos utilizados para que el niño aprenda a desarrollar sus capacidades psicomotrices.
- Los comerciales, de producción masiva, que se venden en diversos establecimientos, promovidos por fuertes campañas publicitarias a través de los medios de comunicación, y que fomentan el consumismo.
En diciembre, los niños juegan sobre manera. Observamos, sin embargo, que para ello utilizan crecientemente juguetes electrónicos que diluyen la imaginación y los convierten en meros espectadores. De ahí la importancia de revalorar el juguete tradicional, que implica una actitud más activa para el juego y supone, además, fortalecer lo nuestro, nuestra identidad.
«Antón, Antón, Antón Pirulelo,
cada cual, cada cual, atienda a su juego».
Tradición en la Alameda Central del D.F.
Sin duda alguna una de las tradiciones más relevantes de nuestro país es el Día de Reyes en la Alameda Central, del Distrito Federal. Incontables son los hombres y mujeres que salen, desde principios del mes de diciembre hasta el 6 de enero del siguiente año, disfrazados de Melchor, Gaspar y Baltasar para hacer felices a los niños. Alrededor de la Alameda Central se forma una multitud de colores, sonrisas, alegría y buenos deseos, ya que los más pequeños del hogar pueden tomarse una foto con su personaje favorito, o con los tres al mismo tiempo; hacen sus peticiones y desean felicidad, paz y amor a sus semejantes.
Nada se compara con las sonrisas de tantos niños al conocer a esos Reyes Magos
