
SEMANA SANTA
Sabemos que estos festejos, así como otros con temática religiosa, surgen en el periodo de evangelización por parte de las órdenes religiosas como una forma de teatralización para que los rituales católicos pudieran ser mejor comprendidos y asimilados por la población indígena. Durante la época virreinal encontramos descripciones de estas fiestas que datan de 1582 donde se señala la gravedad y solemnidad con que se llevaban acabo las peregrinaciones, y como éstas eran acompañadas de tres individuos enlutados que tocaban de cuando en cuando tres grandes trompetas destempladas. Entre estas descripciones sobresale la del Jueves Santo de 1609, referida por Torquemada, donde nos dice que más de veinte mil indios entre los cuales iban más de tres mil penitentes, salieron de la capilla de San José de los Naturales en procesión.
En la actualidad, la celebración de Semana Santa en México tiene variaciones de una comunidad a otra en lo que se refiere a las representaciones y a la organización, sin embargo, también mantiene una serie de constantes. En el caso de la celebración de la Semana Santa entre los indígenas, existe una combinación de elementos en donde no solo se recuerda la Pasión de Cristo, sino también la toma política – religiosa del continente americano, la renovación de la tierra y en algunos casos, se llega a la transgresión de las normas como sucede con los rarámuris en la Sierra Tarahumara, donde los fariseos rompen los tabúes sexuales de su propia cultura en complicidad con el Judas que se caracteriza por su «actividad sexual».
Muy similar sucede entre los coras en Nayarit, donde también son los fariseos quienes transgreden la norma a través de juegos sexuales, peleas, etcétera. Pero todos estos elementos tienen una secuencia y una relación lógica de acuerdo a su cultura. Aún prevalece la costumbre de las peregrinaciones, la música, la danza y demás expresiones de un espacio culturalmente construido por ellas. Aún cuando la modernidad ha originado que algunos ritos hayan cedido a otras costumbres, la cosmovisión y la mitología de los indígenas influyen en su vida cotidiana, al extremo que dichas visiones ancestrales han marcado sus propios territorios de desarrollo.
En México, la Semana Santa y sus tradiciones van más allá de las procesiones y el papel de china de color morado (emblemático de la Iglesia católica durante estas fechas) que adorna los altares colocados en gran cantidad de casas y calles, es un periodo festivo a nivel nacional, en el que se suspenden las actividades escolares y laborales para conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. México es un país fiel a su tradición católica, ésta ha logrado permanecer a través de sus ritos y costumbres resultado del sincretismo de sus raíces indígenas y su influencia española. Algunos de los lugares donde se vive más intensa y emotivamente la Semana Santa en México son Pátzcuaro y Uruapan en Michoacán, así como en San Miguel de Allende, Taxco y Querétaro. En Iztapalapa, dentro de la Ciudad de México, la celebración del Via Crucis tiene fama internacional.
Lo que sucede durante la Semana Santa en México es mucho más que un conjunto de coloridas representaciones y peregrinajes, es la manifestación de la cultura, la fe y la unidad de un país a través de sus tradiciones. El espíritu familiar, la esperanza y la hospitalidad de un pueblo, alcanzan su máxima expresión en estas tradiciones que involucran a gran parte del territorio mexicano. Esta devoción en México inició durante la Colonia con la instalación de un altar en casas e iglesias el sexto viernes de Cuaresma que antecede a la Semana Santa. Entre todos los grupos indígenas de México, que son alrededor de 60, los yaquis y los mayos del centro y sur del estado de Sonora son los únicos que celebran toda la Cuaresma, comenzando así sus rituales desde el Miércoles de Ceniza hasta la Pascua de Resurrección, lo cual le convierte en una de las celebraciones más vigentes entre las etnias del país.
La Semana Santa comienza el Viernes de Dolores (viernes antes de Semana Santa), cuando se conmemora el dolor que sufrió la Virgen María por la muerte de su hijo. Domingo de Ramos o de Palmas se conmemora el día en que Jesucristo entró a Jerusalén y fue proclamado por su pueblo como Rey de Israel. El Jueves Santo se recuerda la última cena. Viernes Santo, este día se recuerda la muerte de Jesús a las 3 de la tarde. Este día se acostumbra a rezar el Vía crucis en las iglesias. El Sábado Santo por la noche se conmemora el Fuego Nuevo, se realiza una procesión pequeña llena de luz que comienza y termina en el Oratorio. El Domingo de Pascua o de Resurrección se realiza en San Miguel de Allende la quema de los Judas que representa el enojo de la gente hacia quien traicionó a Jesús. Aunque las celebraciones varían de acuerdo a las costumbres de cada región, existen ciertos aspectos generales que son similares en todo el país. En algunos lugares, las tradiciones de Semana Santa son especialmente coloridas y espectaculares, tanto por el fervor con que las realiza la gente como por los elementos folclóricos que las adornan. En la mayoría se llevan a cabo procesiones con imágenes de Cristo, o bien representaciones teatrales de la pasión.
Cualquiera que sea el lugar que elijas para pasar tus vacaciones de Semana Santa, no olvides vivir un espectacular despliegue de fe y tradición popular, asistiendo con espíritu de respeto y consideración a estas celebraciones. Descubre una experiencia que abre la mente y engrandece el espíritu de quienes la viven con sinceridad. Esta Semana Santa, ¡sé partícipe de las tradiciones de Semana Santa de México!